jueves, 23 de febrero de 2012

LA LETRA CON SANGRE ENTRA

O al menos eso debió pensar el jefe de la pulicía de Valencia, cuando enajenado de poder, envió a sus hordas represivas a aniquilar al enemigo. Claro que el enemigo en cuestión no eran precisamente terroristas de alkaeda o payasos de la kaleborroca, que para enfrentarse a esos hay que echarles huevos. No, esta vez el enemigo, vestía a la moda juvenil y huía antes los esbirros del jefe de la pulicía cargados con enormes y peligrosas mochilas de la hello kiti.
Pero ni ante estos peligros se arredro el jefe, que armado de fusta de mando en mano y vestido de uniforme de gala, coordinaba en la sala de crisis y sobre un tablero a escala la carga en las inmediaciones del instituto Luís Vives, como si de un general gabacho cualquiera se tratara.
“Hoy es solo un instituto, pero mañana será el mundo” – Dicen que se le oyó decir
Y mientras henchido de poder se inclinaba sobre la maqueta un leve hilillo de baba caía sobre esta, sobre la plaza de toros concretamente.  Allí en las bocacalles adyacentes entre la tesorería de la inseguridad social y la parroquia de San Agustín, se desplegaban las fuerzas del poder feudal, representadas por figurillas azules porra en mano. En medio de estas, desperdigadas en profunda confusión, el enemigo…. representado por otras figurillas rosas con mochila de helo kiti incluida.
“Ya son míos” dicen que dijo, mientras con los ojos inyectados en sangre saboreaba la escena, sabiéndose ganador de aquella batalla.

Y es que, que quieren que les diga. Que los antidisturbios salen y apalean a una panda de melenudos perroflautas, pues mira que pena, no seré yo el que vierta una lagrima. Que salen y apalean a una chusma de payasos de la kaleborroca o de bildu, pues que quieren que les diga, ole sus cojones. Pero precisamente eso es lo que falta, cojones para apalear a estos payasos. Porque, díganme, que clase de honor hay en apalear a una quinceañera con mochila rosa al hombro, díganmelo, porque yo no veo el honor ni la decencia por ningún lado, indecencia en todo caso, que seguro que alguno se puso palote.
Y es que al ver la escena de un antidisturbios apaleando a una chica joven mochila rosa al hombro, se me corto la digestión. Escena por cierto que solo he visto una vez en televisión y no precisamente en la pública. Que en TVE las únicas escenas que salen, son la detención del perroflauta de las rastas y del pelirrojo, dos jetas pasados de años que seguramente no tenían otra cosa que hacer que reventar la manifestación de los chavales.
Pero esta guerra, la de los chavales, está perdida, “y no por el jefe, que ese está acabado” sino por la panda de advenedizos que se les han pegado a los costados. Como el perroflauta de las rastas y sus colegas los impresentables de iu y demás calaña. Con semejantes advenedizos como compañeros de viaje, mejor quemáis los libros os calentáis y encima no tendréis que estudiar. Y por el futuro no preocuparos que ya os darán trabajo los hijos de la enseñanza privada, como asistentes, limpiadoras, mayordomos y demás. O que os creíais ¿que los señoritos del pp os iban a culturizar? …. ILUSOS.