lunes, 17 de julio de 2017

Nou Pais

Desde la distancia, el miedo me abruma.

No ser un nazi-sepa-rata en Cataluña hoy en día se me antoja algo tan difícil y valiente como ser un judío en la Alemania nazi. Desde Andalucía mis respetos a todos los valientes que vivís este horror a diario.

Me avergüenzo como Español de mis dirigentes que permiten esto y que llevan permitiendolo durante mas de 30 años.  El problema se agudiza día a día, pero al llevar 30 años de agonía se hace algo natural y cómodo. Pero nadie piensa en la pobre gente atrapada allí, se hace difícil ponerse en su lugar, hagamos un ejercicio.

Salgo una mañana cualquiera a trabajar en mi soleada Andalucía, me saluda mi vecino sepa-rata que no trabaja, vive de una ayudita que le da  la Junta. Gracias a ella se puede pasar el día paseando a su perrito al cual lleva vestido con una camisa blanca y verde con una estrella colorada, el lleva una bufandita de esas que llevan los antisistemas del Sat "que no se como se llama", hace calor, a ver si le da un golpe de calor al hideputa.

Después de un tímido saludo me escabullo hacia mi coche, el cual me lo han empapelao los hp de los separratas, con propaganda con la banderita blanquiverde y la puta estrellita colorada, y encima pagadas con mis impuestos. Que el alcalde para caerles bien, les ha puesto un localcito y encima les da todos los meses 400€ para gastos culturales. Cultura la que les falta ha estos políticos meapilas.

Arranco encabronado el coche, después de quitar todas las banderitas, y casi atropello al coche de la guardia andaluza bolivariana, el guardia me observa de arriba abajo sin perder el paso,  y en un ultimo vistazo me hace un gesto, se lleva dos dedos a los ojos y después me apunta con ellos, te observo cabrón españolista, parece decir.

Y lo peor es que mis hijos están solos e indefensos con los hijos de estas ratas.

A que acojona?

Pues esto es lo que hay

visca cataluña y visca España

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